viernes, 5 de diciembre de 2008

Chilenización


Bustos de Pratts en Escuela Naval y de O’Higgins en Palacio……

SOLO FALTA BAQUEDANO EN LA PLAZA MAYOR



Acaba de develarse en Palacio de Gobierno el busto de Bernando O’Higgins, principal prócer chileno independentista, en ceremonial con presencia de García y una delegación senatorial chilena. Hace medio año, también, se develó el busto de Arturo Pratts (héroe máximo “CH” en la guerra del 79) en la Escuela Naval “P” de La Punta. Solo falta que en la Plaza de Armas limeña se erija el busto a Lynch o Baquedano (que ocuparon en 1881 la capital criolla) para completar la faena de “culto a los héroes del colonialismo chileno en el Perú”.

Si bien es cierto que con el régimen apátrida de la dupla delincuencial Fuji-Vladi, la orgía privatizadora tuvo énfasis chilenizador en función a la arenga pinochetista a su empresariado (“¡compre el Perú que lo venden barato!” ¿quieren garantía? ¡las tienen en el Ejército de Chile!”) y que Toledo acentuó con sus asesores/espías del entorno presidencial, pues con el aprismo gubernamental se comienza a batir récord de traición.

Sería ocioso hablar de Lan Chile, las AFP’s, Ripley, Plaza Vea, Inka Farma, Solgas, Banco de Trabajo, Perú Rail, los grifos de ENAT, el Transporte de Carga Marítimo, los Puertos e inclusive de los voceros periodísticos de la embajada sureña (El Comercio, Perú21, Canal N, Correo, etc.)… sin embargo muy pocos “analistas” refieren el “franco amariconamiento pro-chileno” del aprismo primigenio (ahí si, AGP sigue fiel al hayismo).

No obstante que la mayor producción doctrinaria de Haya fue en la década de 1920 (al igual que la de Mariátegui) salvo una muy poca conocida “CARTA AL SOLDADO CHILENO” fechada en 1925, no existe referencia alguna a la cautividad de Tacna y Arica, principal problema geopolítico del Perú en aquel entonces, ni de Haya ni de Mariategui, influenciados –ambos- por el rollo aquel del “internacionalismo proletario” y la “fraternidad de los trabajadores”… Eslóganes importados que explican la miopía de ciertos sectores de izquierda y del aprismo pleno respecto del legítimo revanchismo en pro de la recuperación de Arica y Tarapacá generados desde los cuarteles plebeyos.

No debe extrañar, por ende, la aceptación “consensual” del desequilibrio estratégico del “3 a 1” a favor de las FFAA Chilenas respecto a sus similares peruanos, lo cual ya es “dogma” en el generalato criollo.Retornando a la “carta al soldado chileno” (que prometemos publicar en la próxima edición), ésta se puede resumir en una “imploración” poco viril de Haya hacia el Ejército de ocupación chileno acantonado entonces en Tacna, Arica y Tarapacá, instando a su estamento tropero a voltear las armas contra sus generales en función a la quimérica “fraternidad de los pueblos”, por supuesto, -y aquí radica el acobardamiento doctrinal- sin insinuar siquiera la reivindicación territorial, ya sea por recapacitación chilena o por mano propia (y armada). “¡No; armamentismo peruano no, esperemos la piedad chilena!”, parece ser el epilogo…

“Todo por vía diplomática”, vendría a ser la conclusión hayista, sin sopesar que Torre Tagle es la Cancillería más inepta del continente. Miren sino a los cancilleres de los 2 gobiernos apristas, como Allan Wagner y García Belaunde, gestores de la chilenización curricular/histórica sobre la guerra 1879, así como del abandono de los derechos soberanos peruanos en Arica. Recuérdese también que el APRA ha sido el único partido en la crónica electoral peruana en postular a un candidato presidencial con “primera dama chilena”, la esposa de Armando Villanueva (elecciones 1985).

Debe reconocerse, que si con Fujimori y Toledo el “copamiento chileno fue principalmente económico, pues con García –complementado en lo económico/comercial- ya reviste carácter de POLÍTICA DE ESTADO (TLC P-CH, Acuerdo de Complementariedad Económica, “4x2” castrense, etc.). Y como la Cancillería chilena es sagacísima pues si ayer proponía al viejo sonsón de Haya “Premio Novel de la Paz” (haciendo “moquear” a los compañeros), pues ahora imponen a su prócer tótem histórico de la chilenización del Perú.

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