miércoles, 26 de noviembre de 2008

EL HIMNO CRIOLLO ES TAN SOLEMNE COMO EL PH

El “somos libres” es lloriqueo de esclavos y no himno de hombres verdaderamente libres

“Los símbolos nacionales” de cualquier sociedad que se asuma como “NACIÓN”, por lo general son la BANDERA (incluyendo el ESCUDO) y el HIMNO. Además según ciertos conceptos “modernos” se considera también la CONSTITUCIÓN o “Carta Magna” del Estado. Hablamos, pues, de naciones y no de (neo)colonias... que es el caso efectivo del corral llamado “Perú”, en donde dichos símbolos son de autoría o impuestos por extranjeros, ya sea del argentino San Martín y el británico Cochrane (bandera), o por los criollos de La Torre, Alcedo y el italiano Rebagliati (himno), o el japonés Fujimori (Constitución).

Para muchos pasó desapercibido, a inicios de agosto pasado, cierta entrevista efectuada por la periodista Cintya Campos al ciudadano Edgardo Rebagliati, bisnieto del músico italiano Claudio Rebagliati, quien en 1869 –vale decir a casi medio siglo de su estreno, cantado por la soprano Rosa Merino- “cambalacheó” la música del himno criollo con autorización del mismísimo Bernardo Alcedo (autor de la música), aumentándole saxofones y tambores a la instrumentalización, además de ciertos “injertos” en la partitura.

En la entrevista aludida, el bisnieto Rebagliati sostiene que “el himno nunca estuvo perdido” (ante la alusión del cambio de la letra y música originales que comúnmente se justifican con el argumento de que se “perdieron”). Sin embargo, eso no cambia para nada el hecho concreto de que “ahoritita” el himno criollo no deja de ser una falsedad, pues lo que para Rebagliati –bisnieto- “nunca se perdió”, fue el cambalache de su bisabuelo.

Al respecto, viene a colación el siguiente extracto del libro “Etnonacionalismo” de Antauro Humala: Aquel himno (criollo), además de ajeno al país profundo de estirpe kechuaymara, fue falsificado en su letra y alterado décadas después en su música por el italiano Claudio Rebagliati en 1869. Como se sabe, la letra del himno criollo corresponde a José de la Torre Ugarte, quien según Ricardo Palma la escribió con coro y cuatro estrofas (4, no 6). De ser cierto eso, ahora serían dos las estrofas agregadas apócrifamente. Lo concreto es que la primera estrofa actual (“largo tiempo en silencio gimió…”) es falsificada (agregada anónimamente) y a la vez hizo “correr” el orden del resto de estrofas originales de las cuales fue borrada la quinta:

“Excitemos los celos de España,
Pues presiente con mengua y furor
Que en concurso de grandes naciones,
Nuestra patria entrará en parangón
En la lista que de éstas se forme,
Llenaremos primero el renglón
Que el tirano ambicioso ibérico,
Que la América toda asoló".

El criollo Palma siempre discrepó con la letra de esta quinta estrofa, a la que consideraba “de pésimo gusto literario, fanfarrona y de patrioterismo inoportuno” y que prácticamente “retaba” a su Madre Patria, España. Esa estrofa fue, en 1913 (Billinghurst), oficialmente “cambalacheada” por la del humillantísimo “largo tiempo…”. Pero, extraoficialmente aquel cambalache estuvo vigente, por lo menos, desde 1863. Efectivamente, en una carta dirigida a su amigo Juan Rivera, fechada ese año, el mismísimo Bernardo Alcedo reconoce textualmente: “conservo los versos originales, los que he sabido que los han VARIADO”.

¿Qué pudo provocar tal “cambalache”? Definitivamente, debe tenerse en cuenta que en la década de 1860 era de gran “rentabilidad política” la apología a la manumisión (libertad, por “iniciativa” de sus indemnizados amos) de los esclavos negros y que la “moda criolla” era de conmiseración hacia una antieconómica negritud… no obstante que históricamente siempre les había sido de utilidad ante el “peligro indio”.

Esta “negritud esclava” explica por qué al escucharse entonar el Himno Peruano, un extranjero podría creer estar en Mozambique, Zaire o Rhodesia… Y de alguna manera, también, explicaría psicológicamente las derrotas de nuestra selección de fútbol, que –obviamente- luego de cantar el “largo tiempo en silencio gimió” con mano al pecho y espíritu esclavo, interiorizan ante la delantera adversaria lo de la “humillada cerviz” y “la ominosa cadena arrastró”, con goleada adjunta…

Podemos inferir lo falaz que resulta asumir que el Perú es “nación”, empezando por el origen de aquel nombre, producto del desentendimiento lingüístico-cultural entre invasores e invadidos, de lo cual deriva un castrado nacionalismo postizo “de DNI”, alérgico y enemigo del ancestral y genuino Etnonacionalismo “de ADN” de la estirpe de Manko Qápaq y Mama Oqllo, ajenos a la intoxidentalización judeo-eurocentrista del corral trasero llamado “Perú”, cuyo ridículo y falsificado himno termina rindiendo pleitesía “al Dios de Jacob”, Valverde, Areche y Bush, que efectuaron en Abya Yala el más grande genocidio de la humanidad.

DESTRUCCION DEL CUARTEL GENERAL DE LA AVIACION CIVIL “P”

Si bien es cierto que desde la ocupación de Lima, en Enero de 1881, la chilenización forma parte del “ADN criollo” (dada la cantidad de “damas preñadas” -de la aristocracia criolla- por la oficialidad chilena), es que con las solas excepciones de los gobiernos de Cáceres y Velasco, este proceso jamás ha menguado... e inclusive se ha incrementado, tal y conforme acaece con el actual alanismo, el cual “deja chico” al quintacolumnismo toledista. La “ultimita” de este gobierno traidor viene acaeciendo con la inminente demolición de todo el complejo del Aeroclub “Collique”, alma mater de la aviación civil en el Perú (y reserva estrategica de la FAP), nada menos que a manos de un consorcio chileno, BESCO, disque “para la construcción de viviendas populares” (de 3 habitaciones, hall, comedor, etc y hasta ascensor, es decir cualquier cosa menos “popular”). Paradojas del globoneoliberalismo pro-chileno: esa misma empresa es la que viene construyendo otro aeródromo (también civil) en Antofagasta. Vale decir, que mientras destruyen el cuartel general de la aviación civil peruana, construyen el correspondiente a la aviación civil ancestralmente enemiga... ¡y sin disparar un solo tiro! Solo con el amariconamiento histórico del APRA.

martes, 18 de noviembre de 2008

CHUMPI




SITUACIÓN:

El distrito de Chumpi está situado entre los 14º 15' 55'' de latitud Sur y a los 77º 16' 26'' de longitud Oeste de Paris y a dieciséis kilómetros de la capital de la Provincia (Coracora).

Chumpi, capital del distrito de su nombre tiene como pueblos limítrofes por el N. Coracora, por el E. Pararca e Incuyo, por el S. al caserío de Incahuasi; y por el O. el distrito de Pullo.

Está ubicado sobre un plano de terreno irregular teniendo al Este al cerro Anoccacca, Turpuylla y Senccata, que dominan a la población semejante a un guardián fruncido por las asperezas de su conformación.

Su altura es de 3,214 msnm.

Existen desde tiempo de los incas huellas visibles de acequias abandonadas en la extensión de tierras de Ayani, Duende Falda, Sorani, Occtolla, en una longitud de más de quince kilómetros. Este hecho nos hace suponer que desde el tiempo de los incas se notaba la escasez de agua para la extensa campiña, cuyos niveles de acequias son de diferentes gradientes. La intención habría sido voltear el agua hacia la población por detrás de los macizos de Senccata, Ccaccapaqui y Anoccacca para salir por Patacancha.





ORIGEN:

El origen del pueblo de Chumpi se pierde en la oscuridad de los tiempos, se cree que Chumbimarca fue la primera población antigua de la tribu de los Chumbis o Chumpis, en tiempo de los incas o inmediatamente anterior a éstos, con su jefe o curaca Chumpi.

Chumpi, es una faja de tejido a la cintura que llevan los hombres.

El curaca Chumpi, habría llevado muy galana esa prenda de vestir, fue su insignia o señal que ostentaba para diferenciarse entre si, en la Corte Imperial a que estaban obligados a concurrir, los curacas de dominio incaico.

"Cada curaca de cada nación ostentaba las insignias y señales que traían para diferenciarse entre sí". Chumpi se diferenciaría de los demás por llevar la faja muy elegante, de colores muy significativos como el "yawar Chumbi" y pardo leonado, que en e fondo simbolizaba la sangre guerrera y procedencia felina que se creyeron los chancas.

Chumbimarca fue el pueblo antiguo que tuvo por jefe o curaca a Chumpi o Chumbi, la que se extendió a ChintaPampa e inmediaciones de la actual población de Chumpi, Qaqapaki, Saya Saya, Mauka Llaqta y otros.

En Chumbimarca se han encontrado restos humanos en posición vertical resguardados por paredes circulares hechas de piedras; sus habitaciones son pequeñas y de plano circular.

En Qaqapaki se han encontrado restos huamanos con cráneos trepanados, fardos diminutos, semejantes al de una criatura, tejidos diversos de figuras rómbicas de colores amarillo, anaranjado, rojo punzó y negro en fondo blanco y rojo leonado; mantos con capucha, similares a los tejidos del Museo de Sitio de Parakas. Esta semejanza de cultura guarda relación estrecha con la de Parakas en la forma de enterrar a sus muertos, forma de sus habitaciones y en las figuras de sus tejidos.

Con el correr del tiempo desapareció Chumbimarca, en cuanto a su población, posiblemente a causa de alguna epidemia. La traslación masiva, se habría realizado a Mauca Llaqta (pueblo antiguo) a inmediaciones de la actual población de Chumpi.

Pueblo Rebelde por tradición pero con justa causa: ... porque nunca cejó por la Justicia y la Libertad !


Carratalá después del fusilamiento de María Parado de Bellido en Ayacucho, en marzo de 1822 se dirigió a Cangallo donde consumó su ferocidad de sanguinario. Recorrió todos los pueblos que Arenales había llegado con su idea libertaria para reponerlas a las autoridades depuestas y castigar a los pueblos rebeldes como Huamanga, Cangallo, Chumpi y otros.

No conforme con sus actos vandálicos impuso en Chumpi el escandaloso pillaje del cupo de guerra para apoderarse de un buen número de acémilas para su ejército. Incendió y saqueó el pueblo por más de una ocasión.